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Guía para constituir una empresa

Foto del escritor: Javier RisueñoJavier Risueño

Actualizado: 19 nov 2024

Introducción


Iniciar una empresa en España es un proceso que puede parecer complejo, especialmente si no se cuenta con la orientación adecuada. Afortunadamente, el sistema legal español ofrece un marco claro para la constitución de empresas, lo que facilita la creación de nuevos negocios. Este artículo ofrece una guía detallada y paso a paso sobre cómo constituir una empresa en España, desde la idea inicial hasta la puesta en marcha de las operaciones, con especial atención a las formalidades legales y fiscales necesarias.


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Constitución de una Sociedad ante Notario

 

1. Elección de la forma jurídica

El primer paso de la guía para constituir una empresa en España es decidir qué tipo de forma jurídica es la más adecuada. La forma jurídica determinará aspectos como la responsabilidad de los socios, el capital social necesario, y las obligaciones fiscales y contables.

 

Autónomo: Esta opción es la más sencilla y rápida. Está diseñada para aquellas personas que quieren trabajar por cuenta propia y no necesitan grandes infraestructuras ni socios. Sin embargo, el autónomo responde con todo su patrimonio personal por las deudas de su actividad empresarial.

 

Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL): Es la forma más común para pequeñas y medianas empresas. Ofrece una mayor protección patrimonial, ya que la responsabilidad de los socios está limitada al capital aportado.

 

Sociedad Anónima (SA): Es la forma más habitual para grandes empresas. Tiene un capital mínimo elevado (60.000 euros), pero permite una estructura más flexible, sobre todo en cuanto a la transmisión de acciones y entrada de nuevos socios.

 

Otras formas: Existen otras estructuras menos comunes como la cooperativa o la sociedad comanditaria. Estas suelen ser más específicas para ciertos tipos de negocios o proyectos.

 

2. Nombre de la empresa y registro

Una vez decidida la forma jurídica, es necesario elegir un nombre para la empresa. Este paso implica consultar el Registro Mercantil Central para asegurarse de que el nombre elegido no esté ya registrado por otra empresa. Es recomendable tener varias opciones en mente, ya que el nombre deseado podría no estar disponible.

 

Tras confirmar que el nombre está libre, se debe solicitar un "certificado negativo de denominación social", que acredita que el nombre puede ser utilizado.

 

3. Redacción de los estatutos sociales

Los estatutos sociales son el documento fundamental que regula el funcionamiento interno de la sociedad. En ellos se detallan aspectos como el objeto social de la empresa, el capital social, la distribución de las participaciones entre los socios, la forma de administración de la sociedad, entre otros.

 

La redacción de los estatutos debe ser minuciosa y acorde con la ley, ya que cualquier error puede causar problemas en el futuro. Es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho societario para evitar imprecisiones.

 

4. Capital social y apertura de cuenta bancaria

El capital social es el conjunto de aportaciones de los socios que garantiza las primeras operaciones de la empresa. En el caso de una SL, el capital social mínimo es de 3.000 euros, mientras que para una SA es de 60.000 euros.

 

Una vez decidido el capital social, se debe abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa en constitución y depositar dicho capital. El banco emitirá un certificado de depósito que será necesario para la escritura de constitución.

 

5. Escritura pública de constitución

Con el certificado de denominación social y el de depósito del capital social, se procede a firmar la escritura pública de constitución ante notario. En esta escritura se recoge la identidad de los socios, el capital social, la estructura de administración y los estatutos sociales.

 

Este es un paso crucial para dotar a la empresa de personalidad jurídica, lo que significa que a partir de este momento puede actuar como una entidad independiente.

 

6. Inscripción en el Registro Mercantil

Una vez firmada la escritura de constitución, se debe presentar en el Registro Mercantil de la provincia donde se establecerá la sede de la empresa. El Registro Mercantil es el encargado de inscribir la empresa como persona jurídica, lo que le permitirá operar legalmente en España.

 

Este trámite puede tardar entre 15 y 30 días. Una vez inscrita, la empresa obtiene su NIF definitivo y puede comenzar sus operaciones.

 

7. Obligaciones fiscales iniciales

Tras la inscripción en el Registro Mercantil, es obligatorio registrar la empresa ante la Agencia Tributaria. Esto incluye la obtención del NIF (Número de Identificación Fiscal) y el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que es el impuesto que grava la actividad económica de las empresas.

 

Además, es importante darse de alta en el IVA si la actividad de la empresa está sujeta a este impuesto, y cumplir con las obligaciones fiscales periódicas (trimestrales y anuales).

 

8. Obligaciones laborales y Seguridad Social

Si la empresa va a contratar empleados, también debe registrarse como empleador en la Seguridad Social y cumplir con las obligaciones laborales, como dar de alta a los trabajadores, cotizar por ellos y cumplir con la normativa laboral vigente.

 

Es necesario elaborar un contrato laboral conforme a la normativa laboral española y asegurarse de que los empleados tengan un entorno laboral adecuado y conforme a las regulaciones vigentes.

 

Conclusión


La constitución de una empresa en España puede ser un proceso sencillo si se siguen correctamente todos los pasos y se cuenta con la ayuda de un asesor legal y fiscal. Elegir la forma jurídica adecuada, redactar correctamente los estatutos sociales y cumplir con las obligaciones fiscales y laborales desde el principio son claves para el éxito de cualquier nuevo proyecto empresarial.


 

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